Chile es uno de los países que más rápidamente viene desplegando redes de fibra óptica en América Latina. La participación de esta tecnología en las infraestructuras de telecomunicaciones es tan alta que se ubica por encima del promedio de los países de la OCDE.
Chile es uno de los países que cuenta con los más importantes despliegues de redes de fibra óptica en la región. El 56,7% del total de las conexiones de banda ancha que existen en este país son de fibra óptica, la tecnología más eficiente para acceder a internet por la velocidad que ofrece y la baja latencia, es decir, la mínima existencia de microcortes.
La tarea realizada por las operadoras de telecomunicaciones de Chile en los últimos años, especialmente durante la pandemia, convirtieron a nuestro país no sólo en uno de los líderes de América Latina sino también en uno de los países de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos) con mejor infraestructura de este tipo. La penetración de la fibra óptica alcanzada lo ubica por encima del promedio de las naciones integrantes de este bloque.
Esto se traduce en que más de 2,7 millones de hogares chilenos – sobre más de 4,4 millones conectados – cuenta con fibra óptica para realizar sus tareas cotidianas, que van desde hacer tareas escolares hasta trabajo remoto, sin olvidar por supuesto lo que tiene que ver con transacciones económico-financieras como comprar un producto o pagar un servicio, y lógicamente, entretenerse y hasta acceder a ciertas prestaciones de salud.
El dato cobra mayor relevancia si se advierte, además, que la penetración de la banda ancha en Chile ya asciende al 68%, según datos de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) recopilados hasta junio de 2022. Fue, justamente, en este año cuando se produjo el crecimiento más importante de los accesos de fibra óptica en este país, al pasar de algo más de 1,7 millones en 2020 a más de 2,4 millones millones de conexiones anotadas en 2021, año en el que la fibra óptica se impuso como la más extendida relegando a partir de este momento a la tecnología HFC (híbrido de fibra coaxial) al segundo lugar. Ese buen comportamiento continuó desarrollándose en 2022. Hasta junio de este año ya se contabilizaron más de 2,7 millones de accesos de fibra óptica.
La tecnología de fibra óptica viene siendo impulsada por los organismos internacionales como la ya mencionada OCDE pero, sobre todo, por la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) que, más allá de proponer acciones para reducir la brecha digital, también señala la necesidad de que, en un mundo en plena transformación digital, las conexiones a internet mejoren en calidad pues de ella depende también el mejor acceso a los servicios sociales básicos.
Telefónica, Movistar, VTR, Claro, Wom, Mundo, Entel y Grupo GTD son los principales proveedores de internet de Chile. Aunque con diferencias, todos están embarcados en la construcción de redes de fibra óptica en un escenario de doble impulso puesto que estos despliegues no solo responden a la necesidad de contar con las infraestructuras más modernas sino también a que en este país se está desplegando la primera fase de la tecnología de quinta generación que requiere de redes de fibra óptica para su óptimo rendimiento.
Más allá de la quinta generación móvil, lo cierto es que Chile, junto con Brasil y Uruguay, es uno de los países que lidera la construcción de redes de fibra óptica en América Latina.
No obstante, se abre un nuevo escenario en Chile y en la región a partir del surgimiento de las operadoras de redes neutrales, como On Net y Ufinet, por solo mencionar a algunas. Estas compañías están construyendo redes de fibra óptica de manera sostenida y ya son varias las operadoras de telecomunicaciones de la región que se están apoyando en ellas para comenzar a ofrecer servicios mucho más rápidamente que si se ponen a desplegar su propia infraestructura. Un caso testigo es el de Entel Chile que vendió su división de fibra y sus data centers para concentrarse exclusivamente en la prestación de servicios donde las compañías pueden hacer su diferencial respecto de la competencia. Estrategia que desarrolla apoyándose en On Net Fibra, la compañía conformada por Movistar y KKR con presencia en Chile y Colombia.
La famosa compartición de infraestructura, de eso se tratan estos nuevos movimientos y acuerdos comerciales, parece haber llegado para quedarse en la región. Es lo que les permite a las operadoras de telecomunicaciones ser más innovadoras a la hora de ofrecer servicios.