Wi-Fi necesita evolucionar porque las redes que operan con esta tecnología ya están saturadas. ¿De qué se trata Wi-Fi 6E? ¿Complemento o rival de otras tecnologías?
Las discusiones de espectro de los últimos años volvieron a poner en la agenda la discusión en torno a Wi-Fi. La tecnología inalámbrica que permite conectar la creciente variedad de dispositivos móviles que existen tanto en el hogar como en el ámbito de las empresas también evoluciona. Para ello necesita de mayor disponibilidad de espectro. El destino que los distintos países de la región le dieron a la banda de 6 GHz está íntimamente relacionada con la evolución de Wi-Fi, básicamente, ir hacia Wi-Fi 6E.
Wi-Fi es considerada una tecnología de uso no licenciado, es decir, quienes despliegan redes con esta tecnología no deben comprar espectro para brindar servicios, como sí ocurre con las operadoras de telecomunicaciones móviles que deben adquirirlo y obtener una concesión para ampliar sus prestaciones o pasar a una nueva generación móvil.
Pero tanto las tecnologías de uso licenciado (móviles) como no licenciado (Wi-Fi y otras) requieren de espectro. En los últimos años, las operadoras móviles representadas por la GSMA reclamaron que se reservara la mitad del espectro de 6 GHz para 5G. Del otro lado, la Wireless Broadband Alliance (WBA), entidad sin fines de lucro que promueve el ecosistema Wi-Fi a nivel global, pedía que se otorgara el total de esa banda para el uso no licenciado. Uno de los argumentos de mayor peso es que no hay identificadas otras bandas de espectro para el Wi-Fi- En los últimos tres años, esta discusión estuvo entre las prioridades de los países de América Latina.
¿Qué decisiones están tomando algunos países de América Latina?
Siete países, entre ellos Brasil y la Argentina, decidieron destinar el 100% de la banda de 6 GHz a Wi-Fi. México otorgó 500 MHz de esa banda al uso no licenciado. Chile también había destinado el total de esa banda para Wi-Fi pero hace algo más de un año dio marcha atrás y dejó la decisión final en suspenso hasta tener un estudio propio que dé cuenta de cuáles son las necesidades de conectividad del país para tomar las mejores decisiones tecnológicas.
Que la mayor parte de los países haya ido en el mismo sentido es positivo. ¿Por qué? Porque en la medida en que los estados armonizan sus decisiones tecnológicas se crean economías de escala que abaratan los costos de adquisición de los dispositivos requeridos, en este caso, para las redes Wi-Fi.
¿Qué tiene que ver esto con Wi-Fi 6E? Asignar la banda de 6 GHz para Wi-Fi permitirá que se desarrolle el ecosistema de dispositivos que habilitará una conectividad inalámbrica mucho más eficiente que la conocida hasta ahora.
Wi-Fi 6 fue un estándar aprobado en 2019 y comenzó a estar disponible en 2020. Tenía la capacidad de integrarse en las frecuencias anteriores asignadas para Wi-Fi, como las de 2.4 GHz y la de 5.8 GHz.
Luego de asignar el espectro de 6 GHz, la tecnología volverá a evolucionar, ahora hacia Wi-Fi 6E. La mejora se advertirá no sólo en términos de velocidad sino, sobre todo, en la latencia, es decir, en la estabilidad de la conexión. Los típicos microcortes del Wi-Fi quedarán en el pasado porque Wi-Fi 6E tiene la ventaja de “cubrir” una partecita del espectro que Wi-Fi6 no podía.
En otras palabras, más técnicas: Wi-Fi 5 y Wi-Fi 6 terminan en la misma parte del espectro, específicamente en los 5,925 MHz. Al sumar la banda de 6 GHz esa diferencia se elimina y puede integrar todas las tecnologías. Por eso, quienes defienden el otorgamiento del total del espectro de 6 GHz para Wi-Fi aseguran que la mejora drásticamente la calidad de esas conexiones.
En la última Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones CMR-23 realizada en los Emiratos Árabes Unidos, se decidió que, al menos la mitad de la banda de 6 GHz se va a destinar sí o sí a Wi-Fi, lo que garantiza el desarrollo de una economía de escala a nivel global para esta tecnología.
Para la WBA, sin embargo, los países que hayan tomado la decisión de otorgar los 1.200 MHz de la banda de 6 GHz a Wi-Fi experimentarán en el futuro un mejor funcionamiento de aplicaciones con velocidades y capacidades distintas para áreas como educación, entretenimiento o uso profesional. Y eso permitirá tener una ventaja cualitativa que, en un horizonte de 5 a 10 años, se notará claramente sobre los países que no hayan tomado una decisión en ese sentido.
Por lo pronto, contar con, al menos, la mitad de la banda de 6 GHz para Wi-Fi 6 y Wi-Fi6E es positivo porque continuarán siendo el gran complemento indoor de las redes celulares, especialmente en pleno despliegue de 5G. La WBA sigue insistiendo en que las tecnologías Wi-Fi y móviles se potencian cuando se complementan. Y que mejore la conectividad inalámbrica dentro de los hogares, los edificios, las empresas, las plantas fabriles, se traduce en la mejora operativa de cualquier actividad. Especialmente en tiempos de transformación digital donde la conectividad es el cimiento base.